Nuestro proyecto cuenta una história. Es una aventura donde la arquitectura es partícipe, del mismo modo que las tradiciones e historias islandesas, los viajes iniciáticos, el conocimiento de uno mismo, el paisaje, la naturaleza y la soledad meláncolica de la isla.
Esta história tiene un comienzo pero no un final. El viajero recorre un camino incierto para encontrarse con sí mismo y un lugar donde cobijarse y pasar un tiempo de soledad y retiro espiritual-reflexión. El viaje no carece de dificultades y misterios. Pero es un viaje en el que no solo se avanza espacilamente, sino que también se hace mental y personalmente.
La primera etapa del peregrino es su Ritual de Búsqueda. El viajero deberá buscar el refugío donde permanecerá un tiempo indeterminado, un refugio vivo y dinámico situado en un lugar difuso de la isla (aislado de la civilización) lo bastante grande como para que se trate de una árdua tarea.
El refugio se mueve y rige por la naturaleza como un ser vivo. Como un animal campando a sus anchas por las amplias llanuras de Islandia guiado por los fuertes vientos de la zona. Como cualquier ser vivo corre el peligro de quedarse atrapado en una grieta o de "morir" a manos del destino. El viajero deberá hacerse cargo de los problemas que surjan durante el viaje, y así enfrentarse consigo mismo para encontrar su lugar en el mundo, domar y amaestrar al refugio, guiarlo y así dominarse así mismo.
José Bertomeu + Jose M. Cámara + Andrés Llopis. Ferðast
ENDA
Hemos trabajado en grupo todo el proyecto porque entendíamos que la idea no podía ser explotada al máximo si no lo hacíamos de esta manera. Aunque todos hemos participado prácticamente en todos los aspectos en mayor o menor medida, una vez definida la idea general cada uno nos dedicamos a investigar y desarrollar unos aspectos de la história y el proyecto.
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